Una de las cosas que más destacan las personas que han leído mi libro (Aprender a morir para poder vivir) es que lo que más les ha ayudado al leerlo es la distinción entre problemas y circunstancias que hago, una de las cosas más importantes que he aprendido en mi vida.

Como persona con una discapacidad física, he tenido que enfrentar muchas circunstancias que no podía cambiar, como por ejemplo mi incapacidad para caminar. Esta situación me obligó a aprender a aceptar las circunstancias tal y como son y a centrarme en lo que sí podía cambiar: mi actitud y mi forma de ver las cosas.

No obstante, también he tenido que enfrentar muchos problemas a lo largo de mi vida, como por ejemplo las dificultades para acceder a los estudios superiores o al mercado laboral. En estos casos, tuve que buscar maneras de superarlos y de encontrar soluciones que me permitieran alcanzar mis objetivos.

En este sentido, creo que es muy importante aprender a diferenciar entre las circunstancias y los problemas, ya que esto nos permite centrar nuestros esfuerzos en lo que realmente podemos cambiar y mejorar. En otras palabras, si nos enfrentamos a una circunstancia que no podemos cambiar, como por ejemplo mi discapacidad, debemos centrarnos en aceptarla y adaptarnos a ella. Por otro lado, si nos enfrentamos a un problema, debemos buscar maneras de superarlo y de encontrar soluciones que nos permitan alcanzar nuestros objetivos.

Para mí, esta ha sido una lección vital que me ha ayudado a enfrentar las situaciones difíciles de la vida con una mentalidad positiva y proactiva. No solo me ha ayudado a superar mis propios desafíos y dificultades, sino que también me ha permitido ayudar a otras personas a hacer lo mismo.

Creer en uno mismo y en las propias capacidades es fundamental para alcanzar los objetivos que nos proponemos. Es importante no permitir que las circunstancias de la vida nos hundan y nos impidan crecer como personas. En cambio, debemos verlas como oportunidades para aprender, crecer y superarnos a nosotros mismos.

En conclusión, creo que la distinción entre las circunstancias y los problemas es una habilidad fundamental para la vida, especialmente para aquellos que, como yo, viven con discapacidades u otras situaciones difíciles.

¿Por qué complicarse la vida con los problemas del país cuando la solución más simple es solucionarlos?
Viñeta de Mafalda del dibujante argentino Quino